Por una iniciativa privada, la capital del Chaco se convirtio en un museo al aire libre, fueron creciendo la cantidad de esculturas diseminadas por toda la ciudad, llegando a casi 500 esculturas.
Oficialmente en el año 1943, un grupo de amigos en la calle Brown de Resistencia impulsaron junto a grandes artistas el Plan de Embellecimiento de la Ciudad.
En el año 1961, Aldo Boglietti y su hermano Efraín, desarrollaron y le dieron fuerza al proyecto de transformar a Resistencia en una Ciudad-Museo.
Esta institución que coleccionaba arte y objetos insólitos como la gallina de los huevos de oro, los guantes de boxeo de Carlos Monzón, las medias de Ariel Ramírez, un botón de un corpiño de Rita Hayworth, y vio pasar a artistas como Emilio Pettoruti, Carlos Castagnino, Raúl Soldi, Páez Vilaró, Carlos Schenone, Juan de Dios Mena, José Zali, René Brusau, Víctor Marchese, Julio Vanzo, Sergio Sergi, Aquiles Badi, Gustavo Cochet, César Fernández Navarro, Raúl Schurjin, Jacinto Castillo, Raúl Monségur, Lorenzo Domínguez, Gonzalo Leguizamón Pondal, Lucio Fontana, entre muchos otros.
Desde 1988, la Fundación Urunday organiza la Bienal Internacional de Esculturas que convoca a participantes nacionales e internacionales, y la ciudad entera es la vitrina de las esculturas resultantes de la competencia.
En la actualidad, hay casi 500 piesas que decoran las calles de Resistencia, una ciudad de 450 mil habitantes, ubicada en una zona tupida, de mucha vegetación y de calores intensos en veranos.