En la tranquila localidad de Victoria, ubicada en la provincia de Entre Ríos, se puede conocer este nuevo parque acuático llamado Victoria del Agua.
Es un emprendimiento nuevo, tiene dos años de vida.
En un predio de 40 hectáreas, se puede disfrutar de las piletas de agua dulce, cascadas, toboganes o un río para recorrer en gomones, y para los mas grandes, descanso y relax en sus aguas termales.
Los centros termales modernos ya no tienen como único objetivo el de recuperar la salud, ni tampoco hacer turismo.
Actualmente, los centros termales tienen como objetivo mejorar la calidad de vida en general.
Las aguas del Parque son telúricas, por su origen geológico; son minerales, por la cantidad de sus residuos secos (más de 1 g/l); son mesotermales, por su temperatura (de 35 a 40 *C); son de reacción alcalina por su pH superior a 7.2; y, por último, son aguas saladas por el alto contenido de cloruros y de sodio, que de acuerdo a la clasificación de mayor aceptación (según la mineralización predominante, de Armijo-Valenzuela y San Martín, 1994) son cloruradas.
Las aguas termales de Victoria poseen alta carga de iones negativos (el anion cloruro), que está demostrado favorecen el bienestar y la relajación del cuerpo humano. Las grandes ciudades tienen mucha mayor carga de iones positivos ( provocan mayor irritabilidad, agresividad y nerviosismo) que las zonas rurales, precisamente por la falta de espacios verdes y la utilización de electricidad en gran escala.
En forma de resumen, las enfermedades crónicas que se ven beneficiadas con el uso de baños termales, según investigaciones del Dr. Yuko Agishi ("Balneotherapy" de Altman, N. : 2001 - citado en GeoSalud, julio 2004):
- Enfermedades reumáticas crónicas.
- Recuperación funcional de la neuroparálisis central y periférica.
- Algunas enfermedades metabólicas como la diabetes, la obesidad y la gota.
- Problemas gastrointestinales crónicos.
- Enfermedades respiratorias leves.
- Problemas de la circulación sanguínea periférica.
- Enfermedades crónicas de la piel.
- Enfermedades relacionadas con el stress y otras de tipo psicosomático.
- Secuelas de traumatismos.
- Algias pelvianas y otras enfermedades ginecológicas crónicas.