Los que viajen a las playas brasileñas tendrán oportunidad de parar en estancia Yapeyú, a la cual se ingresa en el kilómetro 560 de la ruta 14, pasando la localidad de Yapeyú, en Guaviraví, antes de llegar al cruce internacional de Santo Tomé a Sao Borja.
Tiene una piscina refrescante, que hace que valga la pena cortar el viaje en este punto. Posiblemente haya tiempo de conocer el pueblo natal del general José de San Martín, o de organizar alguna salida de pesca con los dueños, Eduardo y Jorge Monti.
Hay cuadriciclos para dar paseos en los bosques de los alrededores y lancha para hacer excursiones por el río Uruguay. También se hacen cabalgatas y caminatas por la selva que rodea la estancia.
La cocina es muy buena, con excelentes estofados y pescados del día, verduras de la huerta y carne de corderos propios.
La ubicación geográfica de la estancia permite levantarse temprano y llegar a la frontera para hacer los trámites aduaneros sin mayores demoras.
Si su destino son las Cataratas del Iguazú, hay que tener en cuenta Posada Puerto Bemberg, la casona reciclada de una vieja estancia dedicada a la explotación petrolera, la cual ha sido pionera en el abordaje de los saltos cuando todavía eran inaccesibles por tierra.
Allí, los clientes de la estancia y sus proveedores, así como las oligarquías locales, visitaban esta vieja estancia para ser embarcados en el muelle y, vía fluvial, ser espectadores de esa maravilla. A 30 kilómetros de las cataratas, en Puerto Libertad.
En Eldorado, una de las localidades que se encuentran ya camino a Posadas por la ruta 12, hay dos estancias a las cuales se debe prestar atención: Las Mercedes y Haras Rancho Lodge.
Ambas tienen una propuesta similar: adentrarse en la selva a caballo y combinar con paseos en kayak o canoa en los arroyos cercanos. Hay caballos de raza y buena estirpe, en las dos estancias.
Más cerca de Posadas, a 30 kilómetros de la capital provincial, en Candelaria, es recomendable Santa Cecilia, una estancia dedicada a la cría de ganado y a la silvicultura. Los viajeros interesados pueden compartir las tareas rurales con los gauchos, hoy muy profesionalizadas. Aquí se dedican al mejoramiento genético de las razas Nelore y Brahman.
A 100 kilómetros de los esteros del Iberá.
Quien haya llegado a Posadas deberá pensar fríamente en agregar un par de días al paseo vacacional y desviarse rumbo a Virasoro, Ituzaingó o Carlos Pellegrini para visitar los esteros del Iberá.
Yendo hacia Ituzaingó, la parada debe ser en Puerto Valle, un hotel rural exquisito, montado sobre el casco de una vieja estancia. Es un lugar encantador sobre la costa del río Paraná. De las habitaciones se baja directamente al césped del jardín y luego, está el muelle para embarcar directo a los esteros. Dentro de la misma propiedad está la laguna Valle, que es donde se realiza el abordaje de esta geografía.
Parando en Virasoro, el abordaje se hace vía posada Los Lapachos en combinación con estancia San Lorenzo, que tiene costa sobre la laguna Galarza. El paseo a los esteros insume una sola tarde, el resto de la jornada conviene dedicarlo a Las Marías, la mayor productora de yerba mate del mundo.
En materia del Iberá, el acceso clásico es por Colonia Carlos Pellegrini. En este pueblo hay infinidad de posadas y hosterías, pero la estancia Rincón del Socorro fue fundamental para que este destino se transformara en una perla del turismo internacional. Se llega vía Mercedes.
El alojamiento es en el casco de la otrora estancia, hoy convertida en reserva de conservación. Este establecimiento ya en diciembre de 2006 obtuvo el premio Most Exiting Eco-Resort, del grupo Condé Nast.
En Rincón del Socorro trabajan diversos grupos profesionales dedicados al estudio y conservación ambiental de los esteros. Entre sus méritos sobresale el haber re introducido el oso hormiguero luego de haberse extinguido de los pajonales correntinos 60 años atrás.
Algunos datos para tener en cuenta acerca de la experiencia: los esteros constituyen el territorio de la serpiente más larga de Argentina, la boa constrictora cariyú, de siete metros; también del mayor cánido del continente, el aguará guazú, de 1,70 metros de largo y del roedor más pesado del mundo, el carpincho, de 75 kilos.
Del mismo modo, en esos lugares se encuentra el ciervo más grande de Sudamérica, el de los pantanos, de dos metros de largo que comparte hábitat con el mono carayá, el más grande de América y el más ruidoso del mundo, y el máximo anfibio del país, el sapo pururú, de 20 centímetros, que no sólo come insectos sino también aves.
Fuente: La Voz Turismo
http://www.lavoz.com.ar/nota.asp?nota_id=585552