Esta ciudad, que ocupa una de las regiones más pintoresca de la provincia de Entre Ríos, está ubicada en uno de los lugares tomados como referencia geográfica desde el siglo XVIII por cualquier navegante, expedicionario o guerrero: Punta Gorda, cuya costa permitía servir como puerto natural, el río surtía de excelente pesca, sus montes proveían de leña y la posibilidad de caza, lo que atrajo una corriente colonizadora, principalmente desde el Oeste, formándose los primeros asentamientos en la zona.
En 1812 se instalaron por orden del Triunvirato, tres Baterías que se denominaron “de Punta Gorda”, con el propósito de evitar el paso de una escuadrilla realista que remontara el Paraná y cuyo objetivo era asolar las costas, siendo construidas entre diciembre de 1812 y abril del año siguiente. La batalla de San Lorenzo quitó la posibilidad de que entraran en acción, por lo que fueron desactivadas.
A partir de allí, Punta Gorda fue en varios momentos tenida en cuenta para operaciones militares por lo estratégico del punto, además con motivo de la crisis que se produjo en el litoral, el lugar fue visitado en reiteradas oportunidades por los barcos que conducían tropas, posibilitando también el cruce desde y hacia la provincia de Santa Fe, principalmente por el lugar denominado “Paso del Rey”,
Durante la gobernación de Pascual Echagüe, en 1832 se trasladaron familias de guaraníes de la zona de Mandisoví, que se sumaron a los habitantes lugareños y estuvo a punto de fundarse un pueblo, pero recién el 27 de febrero de 1836, cuando la Honorable Representación Provincial aprobó la correspondiente Ley y el nombrado primer mandatario provincial la promulgó el 1º de marzo, se fundó denominándolo “El Diamante” bajo la protección de San Francisco Xavier.
La elección del nombre de la nueva localidad no se conoce con certeza, al no encontrarse hasta ahora el fundamento de su origen, pero de las dos o tres teorías sobre ello, podemos tomar como muy valedera, lo que escribió el doctor Martín Ruiz Moreno en 1897, en ese momento Director del Archivo General de la Provincia, en su trabajo “La Provincia de Entre Ríos y sus Leyes sobre Tierras”, quien luego de estudiar detenidamente toda la documentación oficial, manifestó: “El Diamante ocupa uno de los lugares más pintorescos sobre la ribera del río Paraná; por eso se le cambió el nombre de Punta Gorda por Diamante”.
Además a la ciudad se la denomina "Ciudad Blanca" debido a la coloración de su suelo arcilloso y de arenas silíceas.
A partir de allí, el nuevo poblado estuvo gobernado por un Comisionado Militar.
La llegada del general Urquiza al gobierno provincial, permitió que a partir de 1848 volcara sus ojos en promover las primeras instituciones diamantinas.
Al organizarse la administración de la Justicia en la Provincia al año siguiente, se creó el departamento Diamante. En poco tiempo se comenzó la construcción del templo.
En 1851 se creo la Comisión Escolar del Departamento, que se encargó de hacer funcionar la Escuela de Primeras Letras, que en su proyección es la hoy N° 1 “Independencia”
Punta Gorda, volvía a ser a fines de 1851, testigo de unos de los episodios más espectaculares de la historia nacional: el pasaje del Ejército Grande comandado por Urquiza rumbo a Caseros.
Gradualmente Diamante fue creciendo, sus ricas tierras cobijaron la llegada de los primeros inmigrantes, nacieron industrias, el comercio comenzó a tener cada vez mayor actividad, el puerto recibía barcos de ultramar, nuevos y elegantes edificios se construyeron.
En enero de 1873 se organizó la Corporación Municipal, que funcionó hasta el 1º de mayo, cuando a causa de la revolución jordanista fue disuelta. Se reorganizó en 1877, continuando a partir de ese momento hasta el presente administrando los destinos de la ciudad. El Honorable Concejo Deliberante, como parte de los cambios en la Constitución Provincial, comenzó a funcionar en 1885. Ambos cuerpos tuvieron su casa propia en 1885, para en 1926 dar lugar en el mismo solar al actual Palacio Municipal.
A fines de siglo aparecieron las primeras instituciones sociales y culturales.
En 1907 se instaló en Diamante el Regimiento 3 de Artillería, al ser desactivado en la década del ‘60, pasaron a ser utilizadas por la Colonia de Rehabilitación Mental. Entre 1910 a 1917 se llevó a cabo la instalación del Ferrocarril, que operaba en la zona portuaria con cargas y pasajeros, que sumado a la actividad marítima y agrícola-industrial, permitió una época floreciente para el pueblo.
Se abrieron comercios y Bancos
En 1936 se pavimentó el radio céntrico y el acceso al puerto, aparecieron nuevos establecimientos educacionales.
En su aspecto productivo, el puerto vio nacer instalaciones para la carga de los numerosos buques que operan en el mismo, entre ellas en 1970 los silos y muelle destinado a la ex Junta Nacional de Granos, en manos de una empresa privada desde 1992.
Pero a la vez, la costa del río Paraná y su afluente La Ensenada dieron lugar a espacios de recreación como el Círculo Náutico Diamante y el Balneario Municipal “Valle de la Ensenada”, y no podemos dejar de nombrar el predio considerado el escenario mayor de Entre Ríos, que da vida cada enero desde 1972 al Festival Nacional de Jineteada y Folclore: el Campo “Martín Fierro”, enclavado en un espectacular lugar con marco de barrancas y río.
Fuente: Ricardo César Brumatti | Historiador y Cronista de Diamante
http://www.turismodiamante.gov.ar/paginas/la_ciudad.html