Los grupos indígenas del Litoral Argentino habitaron lo que puede llamarse «zona de expansión guaraní», aunque no todos pertenecían a esta etnia ni usaban su lenguaje. Las poblaciones del Litoral primitivas fueron canoeros de origen mesolítico, procedentes de la Patagonia. Su migración tuvo lugar hacia el último milenio antes de Cristo. De esta etapa mesolítica hay rastros en el sector sur del Litoral, en los conchales del Delta, compuestos por valvas de moluscos bivalvos y restos antropológicos de bóveda craneana baja, leznas, puntas de arpón, etcétera. Por el río Paraná penetraban también lobos marinos, marsopas y delfines, que constituían un alimento bienvenido para esos grupos. A la primera migración patagónica se agregaron otras de cultura superior, que trajeron la cerámica. Los arawak o arahuacos corresponden a la cultura neolítica y es posible que recibieran influencias andinas; en el Litoral también se establecieron grupos Guaraníes, en el Delta y en la desembocadura del Carcarañá, y desde allí irradiaron su influencia poco tiempo antes de la llegada de los españoles. Entre las tribus más importantes que existían en el Litoral Argentino a la llegada de los conquistadores están los Charrúas, los Guaraníes, los Avipones, los Mocovíes, los Matacos y los Tobas. Los amazónicos Guaraníes, se establecieron a lo largo del Paraná y cultivaban mandioca, batata, maíz y yerba mate; cazaban, pescaban y recolectaban. Vivían en aldeas, con grandes casas comunales, cercadas por empalizadas. Excelentes canoeros, manufacturaban cestas y urnas funerarias. Se asentaron en Misiones y sobre el Delta del Paraná. Estaban regidos por jefaturas, cacicasgos secundarios y consejos de ancianos. Realizaron prácticas chamánicas, y antropofagia ritual. Los guaraníes dentro de su panteón politeísta creían en 'Tupá o Ñamandú, dios creador y civilizador. Antecesores de estas tribus fueron muchas otras. A partir del 500 d. C., aumentó el cauce de los ríos, aparecieron los pueblos canoeros, quienes los usaron como vía de comunicación y aprovechamiento de la llanura ribereña. Navegaron los cursos del Paraná y del Paraguay y mantuvieron vinculación con el ambiente isleño y con las costas. Pescadores y cazadores, se los conoce como cultura de Goya Malabrigo. A la llegada de los europeos casi todos los pueblos originarios estaban en guerra entre ellos, destacándose los Tobas, Mocovíes, Avipones, Nivakles y Pilagás en la zona chaqueña y también los Wichis y wenkayek. Mientras, en las riveras de los ríos Paraná-Paraguay y río Uruguay vivían los Avá (Guaraníes), en frecuente conflicto con los Querandíes. En todo el litoral aún existen pequeñas comunidades aborígenes como los Guaraníes, los Wichis y los Tobas que guardan sus tradiciones, sus costumbres y sus artesanías. |
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