Corría noviembre de 1572. En ese mes en la plaza pública de Asunción (hoy Capital del Paraguay), se realiza un "alarde" convocado por el Teniente de Gobernador Martín Suárez de Toledo para salir a fundar un nuevo pueblo. Se ordena la preparación de una expedición hacia el sur, que iría en busca de alguna tierra apta para la fundación de una ciudad intermedia entre Asunción y el Río de la Plata.
En abril de 1573 salen dos contingentes: uno por tierra, llevando ganado y carretas, y el otro por río en un bergantín más barcas y canoas con armas y 80 tripulantes ("capitanes"), al mando del vizcaíno Juan de Garay. Siete u ocho de aquellos eran españoles, los demás criollos. Esto ocurrió el 14 de abril de aquel año.
Navegando por el Paraná , ingresan por el río de los Quiloazas, hoy brazo San Javier. Al elegir el lugar adecuado y ante aquellos 80 hombres, Juan de Garay planta el "rollo" de la fundación de la ciudad "con el fin de abrir puertas a la tierra y para que por allí hubiera trato y conservación entre los pueblos", eligiendo para tal fin una barranca alta en los dominios de "calchines y mocoretaes". Queda fundada la ciudad de Santa Fe, el 15 de Noviembre de 1573.
El avance de los aborígenes sobre la frontera, la interrupción de los caminos en tiempos de creciente, la erosión de la barranca provocada por el río y los ataques de las plagas a las cosechas, motivaron que el Cabildo decidiera el traslado de la ciudad a otro lugar que asegurara su futuro. Éste comienza en el año 1651 y finaliza en 1660.
En 1867 el Gobierno de la Provincia firma un contrato de colonización con el conde Tessières de Boisbertrand y dispone la fundación de un pueblo en las cercanías del lugar denominado El Pueblo Viejo. El sitio de la vieja Santa Fe se adjudica como chacras de colonos y el pueblo de Cayastá se traza un kilómetro al norte.
Llega el año 1949. El Gobierno de la Provincia encomienda al Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales realizar excavaciones en Cayastá para tratar de localizar los restos de la ciudad de Garay. Las tareas estuvieron conducidas por el Dr. Agustín Zapata Gollán, director del Departamento en ese entonces. Los trabajos comienzan sobre la barranca más alta y ven la luz allí las ruinas de la Iglesia de San Francisco. Inmediatamente aparece, junto al Altar Mayor, del lado del Evangelio, una sepultura que conserva los restos de dos personas. Los documentos revelan que son los de Doña Jerónima, hija de Juan de Garay, y de su esposo Hernando Arias de Saavedra (Hernandarias), primer gobernador criollo del Río de la Plata y figura ilustre de la historia colonial.
A partir de ese momento las excavaciones dan por resultado el descubrimiento de la ciudad completa, monumento histórico-arqueológico, que hoy se conoce como "Las Ruinas de Santa Fe la Vieja".
Fuente: www.cayasta.gov.ar